Para cualquier persona que posea un vehículo eléctrico, se recomienda encarecidamente la recarga en casa. Esto implica el uso de un sistema de recarga seguro que cumple con las regulaciones pertinentes.
Las razones son numerosas:
- La recarga en casa suele ser más barata que las estaciones de recarga públicas, ¡a veces incluso un 50% menos!
- Utilizar el tiempo en que tu vehículo está en tu garaje para cargarlo asegura que siempre esté listo para tu trayecto diario, eliminando la ansiedad por la autonomía o la necesidad de encontrar un punto de recarga público disponible.
- Si tienes un sistema fotovoltaico (con o sin almacenamiento) en casa, ¡cargar tu vehículo eléctrico podría costar incluso menos!
Aumentar la potencia en el medidor se ha convertido en un hábito, especialmente en las nuevas viviendas donde cada vez más electrodomésticos y sistemas de aire acondicionado son eléctricos.
Sin embargo, la instalación de una estación de recarga no requiere necesariamente un aumento de la potencia contractual. Existen modelos equipados con módulos adicionales que pueden modular automáticamente y en tiempo real la potencia destinada al vehículo eléctrico, evitando así sobrecargas y sin aumentar la potencia contractual.
¡Incluso más, algunos de estos módulos también gestionan la potencia extra procedente del sistema fotovoltaico, con el fin de optimizarla según algoritmos específicos!
Aquellos que eligen viajar usando vehículos eléctricos, sean del tipo que sean, eligen un medio de transporte que es:
- ECOLÓGICO, reduciendo drásticamente su huella ambiental
- EFICIENTE, ya que puede optimizar la energía a niveles impensables para un motor de combustión interna estándar
- ECONÓMICO, ya que la mayor inversión inicial se amortiza a medio plazo con ahorros sustanciales en todos los niveles: desde peajes y/o aparcamientos hasta el mantenimiento regular
- SEGURO, ya que generalmente viene equipado de serie con los últimos sistemas de control y asistencia a la conducción
- CÓMODO, ¡como solo un vehículo silencioso puede ser!
